viernes, 21 de septiembre de 2012

Tranquilos paseos en Mar del Plata


La Feliz dispone de tantos atractivos culturales como extensiones de arena. En esta oportunidad, recorremos sólo dos de ellos con la finalidad de brindar apenas una muestra de las múltiples propuestas que existen para combinarlas con los días de playa.
Demás está decir que Mar del Plata no es únicamente playas, casino y teatros. Si bien éstas son las principales atracciones del verano, existen en la ciudad una gran cantidad de opciones para complementar la estadía estival, o bien aprovecharlas durante visitas fuera de temporada, cuando esta hermosa urbe no rebosa de vacacionistas y se puede pasear por sus calles tranquilamente.



Una de las tantas alternativas es visitar la Catedral local (Catedral de los Santos Pedro y Cecilia), ubicada sobre las calles Gral. San Martín, Rivadavia, Bartolomé Mitre y el Pasaje Catedral. Declarada Patrimonio Histórico Nacional, fue inaugurada el 12 de febrero de 1905. De estilo neogótico, cuenta en su interior con maravillosos vitraux de origen francés y una enorme araña que originalmente adornaba el hall central del hotel Bristol. El piso es de mosaico inglés y el techo está conformado por tejas vidriadas de múltiples colores. Durante el sigiloso recorrido es posible apreciar el altar mayor con sus reliquias y, a la derecha, en el interior del templo, una réplica de La Piedad. También se destaca el órgano italiano, con tres teclados manuales y 2.500 tubos. En tanto, el Carillón está compuesto por cinco campanas de bronce que fueron fundidas en Francia, identificadas con el nombre de quienes las donaron: Clara, Inés, Ercilia, Ernestina y Josefina. Hay que tener en cuenta que los miércoles a las 10 se realizan visitas guiadas.


Otra opción, ideal para ir en familia, es el Museo del Mar, que se encuentra en la avenida Colón 1114. El establecimiento fue creado como homenaje a Benjamín Sisterna, un coleccionista de caracoles que dedicó 40 años de su vida a esta actividad. Inaugurado el 22 de septiembre de 2000, cuenta con una magnífica colección de 30 mil caracoles. Pero, además, hay acuarios de diferentes tamaños, una sala con exposiciones de arte contemporáneo, sala de conferencias, auditorio, una biblioteca especializada y la tienda Sea Shop Aurantium, con artesanías marinas de todo el mundo. Para la pausa, el café temático Gloria Maris, cuyo nombre corresponde a la denominación científica de una de las piezas expuestas y está rodeado de acuarios.
El nivel de Las Rocas está ambientado con la forma de una caverna inmersa en el agua, con un estanque con organismos marinos, mientras que en el nivel El Cielo se encuentra un mirador interno por el que se pueden apreciar todas las plantas del museo. Por último, en el exterior del nivel superior, se encuentra el mirador del faro, desde el que se puede disfrutar de una visión panorámica de la siempre preciosa Mar del Plata.


HOTELES EN MAR DEL PLATA


Diez razones para visitar San Juan, Puerto Rico

Playas, paseos, comidas, deportes, música y compras son algunos de los muchos elementos que determinan la personalidad de la capital puertorriqueña. Una ciudad que merece ser descubierta.



Historia. Con sus calles empedradas y sus antiguas edificaciones, plazas, murallas y fortalezas, el Viejo San Juan propone un verdadero viaje al pasado que ningún visitante debería dejar de lado. Por el impecable estado de preservación de todo el conjunto, se trata de un paseo de características únicas en el Caribe. Para recorrerlo, nada mejor que iniciar la marcha en "La casita" (en el Muelle 1), donde funciona un Centro de Información que entrega mapas con un circuito autoguiado de dos horas a pie. También recorren sus calles trolleys gratuitos que se pueden tomar en las estaciones de Puntilla o Covadonga, o en cualquiera de sus paradas.


Playas. Al amparo de un clima eternamente tropical, doradas arenas y aguas color turquesa conforman la irresistible propuesta playera de esta ciudad. Los principales resorts están localizados sobre la línea de playa, en los distritos de Condado, Ocean Park e Isla Verde. Cabe puntualizar que la Compañía de Turismo de Puerto Rico adoptó el programa de carácter voluntario Bandera Azul, existente en Europa desde 1987, una herramienta muy eficaz para garantizar calidad de agua, seguridad y servicios. En julio de 2001 se seleccionaron los balnearios de Escambrón (San Juan), Monserrate (Luquillo), Flamento (Culebra) y Carolina (Carolina).

Gastronomía. Resultado de influencias indígenas, españolas y africanas, la comida típica puertorriqueña es muy sabrosa y singular. Uno de los platos más populares es el mofongo, que lleva plátano machacado y carne o mariscos sobre salsa de ajo y tomate. Para experimentar estos sabores, una opción recomendable es Ajili Mójili (1052 Ahsford Ave.), donde sus propietarios, José y Rafael Benítez, despliegan un variado menú con estilo a precios "amables": U$S 20/25 por persona, promedio.

Golf. Profesionales y amateurs se sentirán a sus anchas en los 23 campos de golf (más seis en desarrollo) que atesora la isla, la mayoría de 18 hoyos. Diseñadores de fama mundial -como Robert Trent Jones, su hijo Rees, Greg Norman, George y Tom Fazio, Jack Nicklaus, Arthur Hills y hasta el campeón local Chi Chi Rodríguez- han dejado su impronta en Puerto Rico, hogar de los más prestigiosos torneos del Caribe. Cabe puntualizar que casi todas las canchas están abiertas al público, algunas en los más importantes hoteles, aunque no es necesario ser huésped para utilizarlas.

Arte. Aunque se trata de un destino donde prima la oferta de sol y playa, una visita al Museo de Arte de Puerto Rico estará plenamente justificada. Situado en el distrito de Santurce (Av. De Diego 299), alberga una importante acervo de obras (pinturas, grabados, esculturas, dibujos, fotografías) realizadas desde el siglo XVII al presente por, mayoritariamente, artistas nacionales. Su ala oeste es una estructura neoclásica, construida en 1920, con 14 galerías dedicadas a la colección permanente; en tanto que el ala este es un moderno edificio de cinco pisos, con un teatro para 400 personas y dos galerías para las exhibiciones temporales. Visitas guiadas en inglés y español los jueves a las 14.30, sábados a las 10 y 14 y domingos a las 11 y 14.

Shopping. Si bien en todo San Juan se pueden encontrar artículos de marcas internacionales a muy buenos precios, Belz Factory Outlet World es "el" lugar para los amantes de las compras. Sito en Canóvanas, en las afueras de la urbe, ofrece artículos de venta directa de fábrica con descuentos de hasta el 75%. Son 80 tiendas de etiquetas que incluyen a Polo Ralph Lauren, Tommy Hilfiger, Nike, Liz Clairborne y Guess, entre otras. Completan sus instalaciones un patio de comidas, un banco y un complejo de cines. Abierto de lunes a sábados de 9 a 21 y domingos de 11 a 17.

Ritmos. Aunque sus orígenes se lo disputan varios países caribeños, nadie duda que la salsa tiene mucho que ver con Puerto Rico. De hecho, San Juan es sede del Congreso Mundial de la Salsa, que este año celebrará su 11º edición del 22 al 28 de julio en el hotel El San Juan. El programa prevé conciertos, bailes con instructores y el campeonato mundial, donde intervendrán representantes de 20 naciones. Asimismo, del 1º al 4 de junio el Anfiteatro Tito Puente de la ciudad será sede del Heineken Jazz Fest, convocatoria focalizada en el jazz latino que reúne a calificados intérpretes locales e internacionales.

Negocios. A fines de 2005 quedó inaugurado el Centro de Convenciones de Puerto Rico, de 53.800 m2 de superficie y facilidades para albergar encuentros de hasta 10 mil delegados. Sede del San Juan Beauty Show y del Puerto Rico Home Show, entre otros eventos, constituye la pieza central del ambicioso proyecto -considerado como el más ambicioso en su tipo para Estados Unidos y sus territorios- que sumará oficinas, residencias, un hotel "ancla" de 500 habitaciones y lugares de compras, gastronomía y entretenimientos. A completarse en 2012, su construcción demandará una inversión pública y privada de U$S 1,3 mil millones.

Escapadas. A la hora de pensar en algunas excursiones para conocer un poco más de "la isla del encanto", conviene tener en cuenta a: El Yunque, en las montañas Luquillo, una selva tropical de 11 mil hectáreas que combina a 240 especies de árboles y que es, además, una importante reserva de aves; la histórica ciudad de Ponce, donde sobresalen sus señoriales mansiones y el Parque de Bomberos (1882), hoy museo; la cueva de Camuy, en cercanías de Arecibo, el tercer complejo de cuevas del mundo; y -entre otros puntos de interés- la isla de Vieques, cuyas playas han sido calificadas por el Travel Channel como unas de las mejores del globo (hay un servicio de ferries desde San Juan).

Hotelería. La ciudad cuenta con un amplio inventario de alojamiento que incluye la presencia de cadenas de primera línea, como Hilton, InterContinental, Marriott, The Ritz-Carlton y Westin, entre otras, en muchos casos con casino. Hay también eslabones de niveles medios, como Best Western y Embassy Suites; así como pequeños albergues de acento local, operados por familias. En el interior de la isla sobresale el sistema de Paradores, conformado por 23 propiedades.


HOTELES EN SAN JUAN DE PUERTO RICO



jueves, 20 de septiembre de 2012

La moderna Punta del Este

En Sudamérica hay muchas ciudades de playa famosas. En Chile, Viña del Mar; en Brasil, Río de Janeiro; en Argentina, Mar del Plata. Pero la reina del verano austral es una sola: Punta del Este, en Uruguay.
Es muy difícil competir con sus 70 km. de playas, donde el visitante puede encontrar el glamour de Montecarlo, Ibiza o St. Tropez. Todo junto, en un solo y único lugar.




Nació dentro de una pequeña y estrecha península, adentrándose en el océano con delicadas casitas veraniegas, luego con pequeños hoteles familiares para luego transformarse en un lugar de descanso de alto nivel.
Desde Montevideo, por la ruta interbalnearia uruguaya, descendiendo desde una elevación en la carretera, surge en el departamento de Maldonado una planicie copada de altas y modernas torres que bordea el mar: Punta del Este.
El destino ofrece dos opciones para el visitante: una costa brava directamente enfrentada al Atlántico -especial para turistas osados y atrevidos-, mientras que la costa mansa es ideal para los que buscan la calma, el reposo y la tranquilidad familiar de estos parajes.
Por tratarse de una lengua de tierra rodeada de mar, goza de una mayor oxigenación del aire y proporción de ozono, yodo y salitre que una zona costera común. Nació dentro de una pequeña y estrecha península, adentrándose en el océano con delicadas casitas veraniegas, luego con hoteles familiares y, a partir de los ‘50, se expandió hasta transformarse en un lugar de descanso de alto nivel.
Los espejos de agua de las piletas en predios particulares y hoteles constituyen una característica local. Y, cuando llega la noche atraen al visitante los múltiples espectáculos, discotecas, juegos y estrenos cinematográficos.
Para los amantes de los platos gourmet, constituye las puertas del paraíso, ya que reúne a la cocina especializada de todo el mundo en amenos establecimientos.
Bares, confiterías y centros comerciales abiertos hasta el amanecer complementan la oferta de la noche de Punta del Este.


Paseos y atractivos.
Respecto a sus bonitas playas puede decirse que siempre hay una de turno, elegida por los turistas y a la que concurren los jóvenes en caravana, así como la farándula, rodeada de fotógrafos y cámaras.
Algunas de sus más famosas son Portezuelo -en la falda de la sierra de la Ballena-, la franja de gruesas arenas que va desde Pinares hasta Las Delicias, y las de la costa "mansa", entre las que se encuentran El Grillo y La Pastora.
La Brava y sus doradas arenas han ido cambiando su imagen de acuerdo a las exigencias de los últimos tiempos. Allí chicos y grandes viven la naturaleza con la comodidad del progreso: nuevas rutas de doble vía, iluminación de sus caminos, entre otras inicitaivas.
Cada año, entre enero y febrero, la ciudad se convierte en el más potente polo turístico del país, acogiendo a miles de turistas.
El puerto de la ciudad es un clásico, uno de los paseos que todos los turistas realizan y que ahora -con rambla nueva- es más seguro y atractivo, con amplio espacio de estacionamiento, paseo peatonal, miradores, bancos y una extensa pasarela de madera elevada sobre las dunas, que sirve de acceso a la playa. Con todo esto, el nuevo paseo costero y portuario también ha fortalecido el área gastronómica de la zona.
Entre los nuevos edificios que se han levantado en la conocida y concurrida avenida Roosevelt está el Shopping Punta del Este, que reúne a reconocidas marcas. 




Además, allí se han construido ciclovías que le han dado un nuevo estilo a la ciudad, permitiendo que grandes y chicos puedan disfrutar de un paseo en bicicleta o rollers con total seguridad.
Así, Punta del Este reúne todas las opciones en un solo lugar y marca la diferencia.
PUNTA DEL ESTE
Se ubica al extremo sureste del país, sobre una pequeña península que le da nombre y que se toma como límite convencional sobre la costa uruguaya entre el océano Atlántico y el Río de la Plata.
Está prácticamente unida a Maldonado y se extiende ampliamente hacia el este, abarcando La Barra y José Ignacio.
Uruguay tiene un clima templado y agradable.
• Cómo llegar: por vía aérea se puede acceder al Aeropuerto Internacional de Carrasco (en Canelones) y desde allí por tierra hasta Punta del Este. Otra opción es el Aeropuerto Internacional de Laguna del Sauce, a 21 km. del balneario.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Casapueblo, el museo y atelier del artista plástico Carlos Páez Vilaro



Carlos Páez Vilaró nació en la capital uruguaya de Montevideo el 1º de noviembre de 1923. Su vocación artística lo llevó a partir por el mundo y a conocer las más grandes ciudades, hasta que regresó a Uruguay en la década de 1940 para tratar de retratar el candombe (una de sus pasiones) y los ritmos afro-orientales que circulaban en el país.


Casapueblo se encuentra a 130 km de Montevideo frente a las azules aguas donde el océano Atlántico se abraza con el Río de la plata, y a tan solo 10 minutos del aeropuerto internacional Laguna del Sauce, de Punta del Este en el departamento de Maldonado.
Enclavada en punta Ballena mirando al oeste, esta pintoresca península se encuentra a 13 km del centro comercial de Punta del Este, Casa Pueblo, en Punta Ballena, es la original creación del pintor y escultor Carlos Páez Vilaró y se encuentra ubicada hacia el Oeste de la Sierra de la Ballena. Su construcción fue realizada durante 36 años en esforzada labor y con sus propias manos.


Carlos Páez Vilaró posee en Casapueblo su atelier de trabajo donde en amplias salas que dominan el mar sobre los acantilados de Punta Ballena, se realizan permanentemente exposiciones de pinturas, esculturas y cerámicas.
La construcción inicial de Casapueblo fue una casilla de lata, donde almacenaba puertas, ventanas y materiales para su futura casa. Luego, con la ayuda de amigos, levantó "La Pionera", su primer atelier sobre los acantilados rocosos. Era de madera, que el mar traía los días de tormenta y que él mismo se encargaba de recoger con la ayuda de los pescadores. En 1960 empezó a cubrirla con cemento y así siguió creciendo, sumando habitaciones. Dejando brotar su imaginación al ritmo de los movimientos de las diferentes capas de nivel de la montaña, logró una perfecta integración de la construcción con el paisaje, sin afectar su naturaleza. Sin darse cuenta, con su cuchara de albañil llegó hasta el mar.


El estilo de construcción del Museo sigue la línea del resto de la casa, es decir, una arquitectura modelada, en lucha abierta con la línea recta y con concepto de horno de pan. Según cuenta la historia que se escribió dentro de Casapueblo, Carlos Páez Vilaró, sin ser arquitecto, se inspiró en el hornero y en el hombre de campo que se vale del adobe para levantar su propia casa. Gracias a la presencia del mar, fue inevitable también el estilo de construcción del Mediterráneo y de sus amplias y blancas terrazas mirando al horizonte, al amanecer y a sus gaviotas.
Su arte lo llevó a viajar por el mundo pintando, esculpiendo y creando, por sobre todas las cosas, y entre tantas de sus creaciones apareció Casapueblo como una escultura en la cual era posible vivir, pintar y recibir a los amigos que le había dado la vida y los viajes.


El museo-taller de Casapueblo se encuentra abierto los 365 días, de sol a sol y anualmente es visitado por más de 60 mil turistas de todo el mundo. Este sector de Casapueblo fue cedido por su creador, el artista Carlos Páez Vilaró, con el deseo de incentivar el interés cultural de la región. Para ello cedió al Museo gran parte de su obra realizada en diferentes países en los últimos cincuenta años, con el deseo de incentivar el interés cultural de toda la región, por lo que dentro del museo pueden apreciarse casi la totalidad de sus obras, realizadas a lo largo de su exitosa carrera.
El horario de visita se inicia con la salida del sol hasta el atardecer, Casapueblo se ha transformado en uno de los símbolos de la zona y es famosa su ceremonia de la puesta de sol, a la que concurren miles de visitantes año a año para acompañarla, disfrutando del tradicional té en su barcito de los artistas ubicado sobre las terrazas que se apoyan en él.


Club Hotel Casapueblo recibe a sus huéspedes bajo una sólida infraestructura hotelera que cuenta con 70 apartamentos con sus respectivas terrazas desde las que podrá apreciar el mar y las magnificas puestas de sol para que disfrute de unas vacaciones inolvidables.
Cuenta con numerosos servicios para disfrutar en verano, entre los que se destacan sus piscinas con el mar a sus pies, 12 habitaciones y 56 apartamentos con sus respectivas terrazas desde las que podrá apreciar el mar y las magnificas puestas de sol para que disfrute de unas vacaciones inolvidables. Las opciones son variadas ya que ningún apartamento se parece a otro y sus variantes son desde 1 ambiente hasta 3 ambientes.

El Club Hotel Casapueblo cuenta con apartamentos totalmente equipados, con televisión satelital, telefonía y kitchenetes completas.

Reserve en Club Hotel Casapueblo

HOTELES EN PUNTA DEL ESTE

martes, 4 de septiembre de 2012

Valle del Hilo de la Vida, Minas Uruguay


A 8 ocho kilómetros de Minas está el Valle del Hilo de la Vida, uno de esos regalos que la naturaleza y la historia hicieron a Uruguay.

Una combinación de asombrosos restos arqueológicos, sorprendente paisaje serrano y una especial energía, son parte de la magia de un valle que debe su nombre a un curso de agua que va serpenteando entre las sierras, cual hilo de la vida misma.


Misteriosos montículos de piedras


Lo más característico del Valle del Hilo de la Vida son sus estructuras cónicas de piedra -que mirando hacia la puesta del sol- están sobre las verdes laderas de las sierras.

Estos conos están hechos de piedra sobre piedra, con algunas que sobresalen y de las que se dice que quienes vivían en ese antiguo territorio indígena, con ellas marcaban fechas de eventos especiales.

Pero quiénes los construyeron?, por qué? cuándo?, son incógnitas sobre las que hay muchas explicaciones. Varias se dan en una charla previa que se brinda a los visitantes.


Un recorrido viendo las sierras de Minas en 360º




Al Valle del Hilo de la Vida se accede mediante una visita guiada cuya duración oscila entre una hora y media y dos. En ese tiempo se caminan 1.800 metros, partiendo de una altura de 237 metros y ascendiendo unos 100.

Desde allí arriba se tiene una panorámica total de las Sierras de Minas y de sus lugares más destacados: la Mina Valencia, el Templo Budista, Cerro del Verdún, el Arequita, el Campanero, el Cerro del Cura, por nombrar algunos.

El recorrido no ofrece mayores dificultades ya que el camino está bien marcado entre césped y alguna piedra. Para quien lo desee, hay palos de apoyo disponibles que en especial, hacen más llevadero el descenso, por eso de ir sosteniéndose con algo más que con las piernas.

Energía que se puede sentir
 
Los montículos de piedras están ubicados en puntos estratégicos asociados con vórtices energéticos, y en su entorno suceden cosas diferentes que en el resto del valle. Por ejemplo, los GPS no funcionan, las varillas de radiestesia marcan muy bien esos puntos energéticos y los péndulos se mueven muchísimo, salvo en los días de equinoccio, que quedan completamente quietos.

Sin recurrir a ningún instrumento, la energía se puede percibir haciendo el simple ejercicio de poner las palmas de las manos hacia el sol y claramente una mano queda mucho más caliente que la otra.

Este lugar es un favorito de quienes cultivan su lado místico, y es común ver grupos de meditadores, gente practicando yoga o tai chi, por no nombrar algunas actividades.


La piscina de cuarzo, un punto armónico



No es un lugar que se muestre demasiado a quienes llegan al Valle, pero los que lo conocen, siempre quieren volver a verlo.

Se encuentra detrás del Parador, y es una especie de piscina que se forma entre enormes rocas de cuarzo, convirtiéndola en algo único, donde los reflejos de árboles son por demás coloridos. Si en los conos hay energía, aquí puede decirse que hay toda una fuente de armonización.


Atendido por sus propios dueños



A cargo de este lugar están sus dueños, Adriana Martino y Gustavo Guerrero, una pareja de médicos que junto a su familia, literalmente se enamoraron del Valle compartiendo su riqueza con todo el mundo. Y nunca mejor dicho: llega gente de todas partes para verlo.

Además de dar a conocer el Valle del Hilo de la Vida, lo cuidan en todos sus aspectos, intentando que las visitas sean lo menos invasivas posible con el tesoro arqueológico (porque hay que terminar de hacer estudios) y el medio ambiente.


Un parador para deleitarse con todos los sentidos


El Valle cuenta con un Parador de estilo rústico construido con piedras y con mucha onda en el que se puede almorzar y merendar. Lo mejor es hacerlo en el espectacular deck desde donde se perciben los sonidos y perfumes de la sierra, mientras se la contempla degustando un cordero con verduras cultivadas allí. La torta de manzana con canela y jengibre, y el té de hierbas hecho con cedrón y marcela cosechada en viernes santo, son imperdibles.

En el futuro van a construir habitaciones para poder disfrutar de la cantidad increíble de estrellas que aseguran que se ven allí.


Datos útiles

Ubicación:
Al sur del departamento de Lavalleja, km346 de Ruta 12. Está a 120 km de Montevideo, 90 del Aeropuerto de Carrasco y 75 de Punta del Este.


Cómo llegar
Desde Minas se hacen 3 km hacia el sur por la Ruta 12, y de allí son 5 kilómetros por camino vecinal que está en buenas condiciones.

Hay varias empresas de ómnibus que llegan a Minas y luego se puede tomar un taxi cuyo costo va de los $180 a $250.


Las visitas:
Se realizan los fines de semana y feriados, y es conveniente coordinarlas para asegurarse lugar, por el celular: 099 663084.


lunes, 3 de septiembre de 2012

48 horas en Oporto


Oporto está de moda. La ciudad del Duero fascina a propios y extraños con su desbordante entusiasmo por el arte y el diseño, por su devoción por la fiesta y la buena comida, y por la extraordinaria simpatía de sus habitantes. Oporto, que ha sabido reinventarse a base de pasión y creatividad, es, sin duda, el destino ineludible en 2012. Te invitamos a que la pongas ya en tu agenda con este recorrido de 48 horas.

Ha sido declarada por la Lonely Planet y The New York Times como uno de los destinos más interesantes del año. No nos extraña, porque esta vieja ciudad, cuna del famoso vino de Oporto, es una experiencia a todos los niveles. Aquí están todas las citas imprescindibles para conocerla un poco mejor.

Día Uno
8.30h- Hoy empezamos temprano, hay mucho que hacer. Y para tomar fuerzas nada mejor que un desayuno en el Rei dos Queijos (Rua do Bonjardim, 154) donde podrás probar la pastelería típica portuense, la Queijada do Porto (a base de huevos) o la Pérola (una variación del clásico pastel de nata). Acompáñalo con un café fuerte. El delirio.
9.30 -14.00h- La mañana la dedicaremos a pasear por el centro histórico de la ciudad declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Vista panorámica de Oporto, Iglesia y Torre dos Clérigos; Para empezar a ambientarte, nada como ascender los más de 200 escalones que llevan a la cima de esta torre barroca, uno de los iconos de la ciudad y la más alta de Portugal. La vistas privilegiadas compensarán el esfuerzo, te lo aseguramos.
Librería Lello e Irmao, (144, rua das Carmelitas) 'Divina' fue la palabra que utilizó The Guardian cuando en 2008 calificó esta librería como la tercera más bella del mundo, después de la Boekhandel Selexyz Dominicanen en Maastricht y el Ateneo de Buenos Aires. Con sus entramados de madera y su ambiente de cuento, bien podría ser el escenario perfecto de una película de Harry Potter. Ah, que lo fue, en su segunda entrega: 'Harry Potter y la cámara secreta'. Y coincidencias de la vida, la autora, J.K. Rowling, escribió el primer libro de la famosa serie en Oporto, ciudad en la que vivió durante varios años.


Mercado do Bolhão, Cerca de la Avenida de los Aliados se encuentra este mercado, algo desvencijado, en cuyos muros se guarda mucho de la esencia y alma portuense. Y es que, poco ha cambiado en este mercado desde que abriera en 1914, con sus puestos de fruta, verduras y carne y con sus vendedores de toda la vida vendiendo su mercancía a voz en grito. Aquí encontrarás productos típicamente portugueses como las sardinas, el salpicao o el famoso queijo da serra, una verdadera maravilla gourmet. La estación de trenes São Bento, uno de los grandes tesoros de la ciudad. Construido en el lugar de un antiguo convento, su hall está decorado con más de 20.000 azulejos en los que se relata la historia de Portugal. Dicen que el pintor tardó diez años en acabarlos.
Y si todavía tenemos tiempo, nada como perderse en la Rua Miguel Bombarda, llena de galerías de arte y curiosos espacios y para un poco de shopping el Centro Comercial Bombarda, con una selección de tiendas de diseñadores portugueses independientes y boutiques vintage, es la opción perfecta.

14.00h- Lecciones de gastronomía. No sin mi Francesinha. El que probablemente sea uno de los platos más emblemáticos de la cocina portuense es una verdadera sobredosis de calorías en formato sándwich relleno de embutidos y carne, y recubierto de queso y picante. Para probar la francesinha vete al Café Santiago, el lugar donde dicen se preparan las mejores de toda la ciudad. Para amantes de las emociones fuertes.
Compartiendo el honor de plato tradicional de Oporto están las no menos famosa Tripas à moda do Porto. Las tripas de vaca son uno de los ingredientes principales de la gastronomía portuense, costumbre que parece remontarse al siglo XV, cuando los habitantes de la ciudad cedieron la carne a los expedicionarios que partieron a la conquista de África, quedándose ellos con las tripas. ¿Un secreto? Doña Filomena en la Casa Correia (Rua Dr. Barbosa e Castro, 74) cocina las mejores tripas de toda la ciudad (ojo, sólo la encontrarás los jueves). Merecerá la pena tu intrepidez culinaria, te chuparás los dedos.
14.30h- La Ribeira y los 6 puentes. Tras la comida es el momento de dirigirse a la zona del río, conocida como la Ribera. La ciudad de Oporto está conectada con la vecina Vilanova de Gaia por seis puentes de entre los que destaca el de D.Luis I, una verdadera obra de ingeniería, dirigida por uno de los discípulos de Gustav Eiffel. Absolutamente obligatorio es cruzarlo a pié hasta la otra orilla, desde donde se contemplan las vistas más impresionantes de la ciudad, con sus viejos edificios de color ocre y los barcos jalonando el río en una fotografía perfecta difícilmente olvidable.


16.00h- Tarde en las Bodegas. Vilanova de Gaia alberga más de una veintena de bodegas de vino de Oporto, ofreciendo muchas de ellas visitas guiadas. Nosotros hemos elegido Sandeman (Largo Miguel Bombarda 3, 4.50 euros la visita) en donde un guía ataviado con la capa y sombrero del icónico logo de la marca te explicará las diferencias entre un vino de oporto blanco, tawny o rubí. Y tras la visita, momento de poner en práctica los conocimientos adquiridos en una cata. Atención, los chocolates hechos con vino de oporto son un fastástico souvenir (10 euros), eso y claro, una botellita del preciado elixir.
18.00h- Al atardecer un vino de oporto o una buena copa de vino verde bien fría en cualquiera de las terrazas de la Riberia es el preludio perfecto de una noche, te lo aseguramos, llena de emociones.
20.30h- Lección de gastronomía número 2. Tras un merecido descanso en el hotel, hora de cenar. Esta vez te proponemos dos restaurantes de nueva generación:
- Restaurante Book, es una de las sensaciones de la revitalizada zona de la Baixa (centro). En este restaurante literario encontrarás libros hasta en la sopa, además de un requintado menú en donde destacan novedosas propuestas pero con ingredientes tradicionales del manos del chef Joao Mendes. Mientras esperas mesa no dejes de tomarte una caipiriña de clavo y canela. (Rua Avis, 10)
-DOP, el célebre chef Rui Paula abrió en 2010 este restaurante de decoración minimalista con el objetivo de ofrecer platos tradicionales, pero que reflejaran al mismo tiempo el genio creativo del autor: Bacalhau dos Congregados o à Gomes da Sé. Las sesenta páginas de la lista de vinos no te dejarán indiferente, y, por supuesto, obligatorio, escoger un vino del Duero (Palácio das Artes, Largo Santo Domingos 18),


24.00h – Entre Copas. Primer destino, La Baixa, antaño una zona descuidada y hoy foco de una gran actividad artística y cultural, es el epicentro de la nueva 'movida portuense'.
-En la Rua Galerias de Paris encontrarás una infinidad de sitios para una primera copa, como La Bohème o Baixa con sus estupendos Cosmo Portos, una combinación de Porto, Cointreau y frutos rojos. Si hace buen tiempo mejor tomatela en la calle, mientras intimas con los locales.
-Para continuar muy cerca Plano B, Armazem do Chá o Passos Manuel (un antiguo cine reconvertido en club) ofrecen animadas sesiones con DJ’s internacionales y actuaciones diversas.
3.00h- Si todavía te quedan fuerzas, el emblemático club Indústria ofrece desde hace más de 15 años ritmos para bailar hasta el amanecer. Ha sido recientemente reformado.
Día dos
10.00-13.00h- Hacia el Atlántico. El Tranvía número 1 (Plaça do Infante, 2 euro). Es muy turístico, lo sabemos, pero todavía es una delicia subirse en este centenario tranvía con asientos de cuero y armazón de madera y recorrer con su perezoso traqueteo el trayecto hasta el océano. En Foz do Douro, la última parada, encontrarás varias terrazas donde tomarte una cerveza Super Bock (la cerveza de la ciudad) y un buen plato de marisco. ¡Esto es vida!
14.00h- Tarde de Museo, Fundação de Serralves. Este museo de arte contemporáneo diseñado por el arquitecto Siza Viera es un impresionante edificio marmóreo. Está situado en un parque de 18 hectáreas lleno de intrigantes esculturas como la pala gigante de Oldenburg. El museo ofrece normalmente una agenda de cinco exhibiciones de artistas internacionales o nacionales. Absolutamente obligatorio visitarlo.


16.00 h- Casa da Música. Aunque la Casa da Música se inauguró cuatro años más tarde de lo previsto (en realidad debería haber abierto el año en que Oporto ejercía como Capital Europea de la cultura en 2001), no cabe duda de que este edifico revolucionó el paisaje arquitectónico de la ciudad. Fue creado por el premio Pritker holandés Rem Koolkaas y presume de tener una de las mejores acústicas del mundo. Aquí comparten cartel desde orquestas filarmónicas hasta programas más alternativos como Lou Reed o Magnetic Fields. Hay visitas guiadas por 3 euros.
20.00 h- Para la cena de despedida te proponemos Canelas de Coelho (Rua Elísio Melo, 29) con una selección de vinos y tapas ideal para el final de la tarde o inicio de la noche. La vidriera te permitirá contemplar el ir y venir de los portuenses, y echarle el último pulso a esta ciudad amable y fascinante.
Última regla de oro. En Oporto nunca digas: - “Me gusta más Lisboa”. Es legendaria la rivalidad entre las dos principales ciudades de Portugal, así que mejor te evitas el comentario. También obviar cualquier comparativo futbolístico entre su glorificado FCP (Futebol Clube do Porto) y el Benfica, su eterno contrincante lisboeta. “¿Quién es Álvaro Siza de Viera?” Craso error. Es el más famoso de los arquitectos portugueses y originario de Oporto. Es el autor entre otras de la impresionante Fundación Serralves. Si afirmas no conocerlo herirás el orgullo de los portuenses.


Rovinj: la 'Little Venice' croata


La costa croata es uno de los rincones más bellos de Europa. Rovinj es uno de sus secretos. Uno de las islas marineras de la península de Istria –lindando con Italia- donde la historia, la gastronomía y las tradiciones armonizan con placidez junto al mar.


A primera hora de la mañana, cuando el sol aún está tocando las calmadas aguas de Rovinj, en la costa norte de Croacia, llegan las primeras pequeñas barcas repletas de pesca. La gente de Rovinj sabe que a pie de muelle, en la negociación con el marinero, sacarán las mejores gangas para la comida del día.

Hay que levantarse temprano para ver y sentir lo que es Rovinj en realidad. Una ciudad de mar sobre el mar. Un bello paraje casi como un trampantojo en el que no entra más belleza. Realmente, Croacia es así: uno se aventura por sus carreteras zigzagueantes, y pasa de escenarios de vegetación exuberante, montañas pobladas, sombreadas por la hojarasca, a pueblitos casi sumergidos en las aguas del Báltico, teñidos de colores gastados por el sol, de ventanas de madera abiertas a la calma. Rovinj es uno de esos caprichos, una sorpresa que enamora desde el primer momento, una islita convertida en archipiélago en 1763, cuando se unió a tierra firme.

Es bueno madrugar para recorrerse Rovinj cuando permanece en esa quietud, para deambular sin rumbo por su callejuelas empedradas, sombreadas por las casitas apiñadas, como intentando trepar a la cúspide donde se encuentra la catedral de Santa Eufemia que domina Rovinj a sus 57 metros de altura.



Es el templo barroco más grande de Istria, con su campanario trazado a imagen y semejanza de la Basílica de San Marcos de Venecia, con sus 60 metros de altura y esa imagen de la patrona Eufemia moviéndose al ritmo que dictan los vientos. Esta catedral se construyó cuando la isla servía de baluarte a la flota veneciana, allá por el año 1736. Todo el que acude a esta Iglesia busca la tumba de Santa Eufemia, un mármol frío que guarda la historia de la patrona de Rovinj: torturada por el emperador Diocleciano al que no le gustaba mucho la fe de la tal Eufemia; por ello fue lanzada a los leones, pero de nada sirvió: su cuerpo desapareció frente a la costa en, según dicen, un barco fantasma. Lo cierto es que hay que recorrer la catedral y llegar al ala derecha para ver el sarcófago y las pinturas que narran esta historia.

Venecia… Venecia parece este rincón croata. Dejamos la catedral y sus leyendas y volvemos a bajar al puerto, a ese mercado pop up de peces del día y entonces te tienta comprar o al menos soñar con qué comer ese día. Sin duda alguno de los platos típicos croatas, tan semejantes –de nuevo- a su vecina
Italia, como los gnocchi de calamar, o ese plato que llaman Porkolt, pez siluro guisado con una salsa de pimentón roja…

sábado, 1 de septiembre de 2012

Sicilia, Italia


Si Sicilia fuera un ser divino, sería una diosa griega: poderosa, en ocasiones castigadora, casi siempre protectora, un punto orgullosa y ciertamente seductora. Cargada de un simbolismo que su arrolladora mitología se ha encargado de nutrir, la isla italiana derrocha tanta personalidad que podría pasar por un estado independiente de Italia. Sicilia es un pura sangre. Esto es así.

La sola mención de su capital, Palermo, nos traslada irremediablemente al trabajo cinematográfico de italianos afincados en Nueva York que no pudieron dejar atrás su amor por los fogones de la mamma, ni el ferviente vínculo que te ata sin remedio a la famiglia, ni el misticismo que impregna hasta el más nimio de los detalles, ni por supuesto la manera de entender la vida y la muerte: todo ocurre aquí, en un territorio insular que besa el Mediterráneo y hornea un sol casi africano.


 
La cultura grecolatina ha hecho mucho por la fascinante imagen que nos hemos formado de Sicilia. Encontramos sus huellas en buena parte de la arquitectura de la región italiana, como los tres templos dóricos del municipio costero de Agrigento, emplazados en un conjunto de ruinas francamente esplendorosas al amanecer o al atardecer. Otra muestra es el Valle de los Templos, en la misma ciudad, donde el poeta Píndaro, cautivado por su belleza, regalaría a la historia de las declaraciones de amor esta sentencia: “la más hermosa ciudad de los mortales”. Enamorados o no, lo cierto es que en este enclave italiano se dejaría conquistar hasta el más desabrido de los mortales.

El verdadero encanto de Sicilia reside en descubrir sus rincones por carretera, por eso lo más recomendable es alquilar un coche. Aunque las suaves temperaturas y sus paisajes color pastel invitan a imaginarnos en una moto, eso sí, ligeros de equipaje. Una pista para los 'sobre ruedas': Erice, cuya infinidad de iglesias disgregadas en su diminuto territorio no atrae a tantos turistas como cabría imaginar; un remanso cuyas callejuelas han inspirado algunas de las crónicas del imaginario griego. Para los que no sufran de claustrofobia, la localidad de Marsala esconde un tesoro bajo tierra: la cámara funeraria romana de Crispia Salvia.


 
Ya en la superficie, y en pleno corazón de la isla, Morgantina es el paraíso de los que se deleitan con una de las manifestaciones artísticas más deslumbrantes de los griegos: los mosaicos. Es más, aquí descubrirás por qué el trigo está detrás de esta forma artística. Compitiendo en hermosura, los coloristas mosaicos de la villa romana de Casale, en la localidad interior de Piazza Armerina, recuerdan una vez más que los griegos de arte sabían un rato. Si aún no te has dejado atrapar por el publicitado síndrome provocado por el goce artístico, acude a Segesta. Quizá las solemnes piedras de su templo y teatro dóricos te transporten sin remedio a la época dorada helena. Si esto tampoco surtiera efecto, al suroeste de la isla se emplaza Selinute, los vestigios de una inmensa y desaparecida ciudad cuyo encanto se distribuye en 270 hectáreas.

En la costa este siciliana hay dos ciudades imprescindibles: Siracusa y Taormina. Si nos dejamos arrastrar por las curvas de la calle principal de Sarausa (en siciliano), encontramos la Fuente de Aretusa donde el agua es más potable que sagrada. Cuenta la mitología que la diosa cazadora, Artemisa, convirtió en fuente a la ninfa Aretusa, con el fin de protegerla de su pretendiente Alfeo. Pero si hay algo que amaban los griegos más allá del deporte, eran las artes escénicas. Y como antigua colonia griega, Siracusa cuenta con uno de los teatros al aire libre más fascinantes del gran legado cultural griego, con embriagadoras vistas al Mediterráneo en su tramo Jónico donde se congregó lo más granado de la sociedad helena.


 Para los que efectivamente son blanco perfecto del Síndrome de Sthendal, Taormina resulta francamente peligrosa. Un escenario de ensueño en lo alto de una colina donde algo tan sencillo como pasear te sube el guapo. Sí, aquí también le dedicaron un templo al arte de actuar. ¿Te atreves a compararlo con el de Siracusa?
El mejor momento para viajar a la isla mediterránea es la primavera. Pero no sufras si eliges el verano: puedes refugiarte en las frescas salas de sus museos. Irreverente en sus formas, visceral en su fondo, Palermo presume de una fascinante arquitectura tatuada por impactos de bala, una atmósfera que rezuma decadencia, cierta intriga –todavía hoy ciertos asuntos resultan innombrables-, una magia que hace honor a su leyenda y un espacio que alberga reliquias que narran la historia de esta isla, el Museo Arqueológico

 

 Y es que Sicilia, la mayor de las islas del Mediterráneo, divide sus encantos entre el magma de sus volcanes y el azul de un mar quizá testigo y ciertamente inspirador de los relatos que conforman la extensa mitología griega.

Piscinas de Hotel: Cuando lo de Menos es Nadar

Presentamos un sugerente ranking: treinta piscinas a prueba de calor que comparten un atractivo, todas se esconden en hoteles de ensueño. Remansos acuáticos que, más allá de aguas cristalinas y dimensiones mayúsculas, gozan de espléndidas vistas en entornos bucólicos de montañas, desiertos y mares, aportando matices de color inesperados al eterno azul de piscina.



La piscina semicircular del Hotel Hacienda Na Xamena (Ibiza)

Hotel Hacienda Na Xamena (San Miguel, España): la incombustible Ibiza no deja de sorprendernos. Al noroeste de la isla, este exclusivo enclave se asoma al Mediterráneo a 180 metros de altura. Casi camuflado en la naturaleza, cuenta con piscinas que parecen no tener fin donde un chill-out en la orilla invita a degustar un cóctel en buena compañía. Su spa al aire libre cuenta con una cascada al mar que hace las delicias de los huéspedes.



Largos a la luz de la luna en el Endémico Resguardo Silvestre, en Baja California (México)

Endémico Resguardo Silvestre (Baja California, México): este eco-hotel, suspendido entre las colinas de la Sierra de Guadalupe y a apenas una hora de la frontera estadounidense, es un pequeño paraíso silvestre de perfil inolvidable y una de nuestras recomendaciones hot de 2012. Pueba a bañarte en su infinity pool al ponerse el sol, con las vistas de sus veinte cubos estilo loft en su 'jardín' de montaña y el cielo rompiéndose en mil colores al frente.



La espectacular infinity pool del Hotel Grace Santorini

Hotel Grace Santorini (Santorini, Grecia): de color azul Prusia dicen los entendidos que es la caldera de Santorini, aunque no es el único azul del que disfruta el acuático paisaje del archipiélago. El sol indice en el mar que se extiende frente al pueblo de Imerovigli y en las piscinas de perfil infinito del espectacular Hotel Grace Santorini, sacando a relucir el pantone del color prácticamente al completo. Un paisaje que admirar desde sus 20 habitaciones y suites con balcones de altura, productos de Korres y una carta de almohadas.



Vista panorámica de 360º de la mastodóntica piscina del Hotel Marina Bay Sands Singapore

Hotel Marina Bay Sands Singapore (Singapur, Singapur): puede que esta piscina sea la más descomunal construida hasta el momento por el hombre. Tres torres de 55 pisos forman este exclusivo alojamiento emplazado en la zona metropolitana de la ciudad-estado. Los edificios quedan unidos por el SkyPark, la inmensa azotea donde se aloja la piscina de 150 metros de longitud custodiada por un frondoso jardín tropical que no impide contemplar la vista panorámica de 360º.



 El paisaje desde la piscina del Hotel Anse Chastanet Santa Lucia, en la isla de Santa Lucía

Hotel Anse Chastanet Santa Lucia (Santa Lucía): reflejo salvaje del Caribe, pues el Hotel Anse Chastanet Santa Lucia cuenta con dos playas a sus pies y con los dos volcanes 'pitones', Gros Piton y Petit Piton, en el horizonte (tranquilos, los dos permanecen inactivos). El arquitecto Nick Troubetzkoy es el responsable de un rincón privilegiado en la falda de la montaña Jade, incluida su impactante infinity pool.



La infinity pool uruguaya del Playa Vik José Ignacio

Playa Vik José Ignacio (Punta del Este, Uruguay): este pequeño paraíso se deleita en su paisaje semisalvaje, casi rozándolo con los dedos cuando el día se despide y tú flotas en su infinity pool, una pasarela abierta al horizonte. Después puedes cenar algo preparado por su chef, Marcelo Betancourt, para acabar casi en estado de letargo y completo relax con el rumor del Pacífico en una de sus casas de último diseño repartidas a lo largo y ancho de su extenso y marítimo jardín.



Horizonte de neón en la piscina del Anantara Mui Resort & Spa Phan, en Vietnam

Anantara Mui Resort & Spa Phan (Vietnam): habitaciones, suites y villas con piscina privada y ducha tropical es lo que promete el Anantara Mui Resort & Spa Phan y cumple, pues este hotel eleva el lujo asiático a su máxima esencia con mimos corporales en el spa Anantara y en su enorme piscina al borde del mar, y gastronómicos en su restaurante L’Anmien, a cargo de uno de los discípulos de Alain Ducasse.



Lujo asiático y acuático en el tailandés Hotel The Sarojin Thailand

Hotel The Sarojin Thailand (Khao Lak, Tailandia): dicen que uno de los rincones más bellos de Tailandia se emplaza en la paradisiaca playa de Khao Lak, exactamente el mismo lugar en el que se encuentra el Hotel Sarojin. Para empezar, su Pathways Spa deleita al viajero con sus tratamientos de belleza y masajes tailandeses con esencias naturales. Para continuar con una velada sobre una de sus casi olímpicas piscinas, en uno de los cenadores con cortinas blancas que se reparten en tarimas de madera sobre el agua. Y para terminar, recorre el hermoso jardín que separa la piscina de las habitaciones repletas de motivos florales.



Oporto a tus pies mientras te bañas en la piscina del hotel The Yeatman

The Yeatman (Oporto): desde Vila Nova de Gaia, Oporto se muestra en todo su esplendor, ya si la mirada se la echamos desde la infinity pool del hotel The Yeatman, la imagen quedará grabada en nuestra retina para los restos. Y en un hotel como éste, consagrado al vino, los caldos del Duero son protagonistas absolutos, con memorables catas en su bar, el Dick’s Bar.



La Costa Amalfitana desde el Gran Hotel Convento di Amalfi

Gran Hotel Convento di Amalfi (Costa Amalfitana, Italia): aupada en un acantilado a 80 metros sobre el Mediterráneo, la piscina infinita de este antiguo convento del siglo XII es, sin duda, un lugar donde retirarse una temporada a meditar y a encontrarse a uno mismo. Baños de altura en la costa Amalfitana.



El mar Egeo forma parte de la infinity pool del Katikies Hotel, en Grecia

Katikies Hotel (Oia, Grecia): las vistas al mar Egeo compiten en hermosura con la piscina de este escondite griego, un lujo emplazado en el extremo oeste de la isla de Santorini. Sobre un acantilado, los distintos niveles del hotel recuerdan al estilo níveo del resto de edificios isleños, dibujando el fotogénico contraste con el azul del mar. El jacuzzi al aire libre y sus inmensas piscinas ponen la guinda a una jornada marcada por el ciclo del sol, de cuyo ocaso puedes ser testigo desde cualquiera de sus terrazas privadas.



El paisaje 'piscinero' del Jumeirah Port Soller Hotel & Spa

Jumeirah Port Soller Hotel & Spa (Mallorca, España): Sobre la colina del Puerto de Sóller, la infinity pool del resort Jumeirah Port Soller Hotel & Spa, del grupo Jumeirah en Europa, te hará sentir en una isla paradisíaca (la verdad es que Mallorca lo es). Y aunque comprendemos que no quieras abandonar la terraza de tu habitación, el Talise Spa, de más de 2.000 m2, propone gran variedad masajes ayurvédicos y baños árabes. Por no hablar del mar, tan presente todo el rato, que invita a recorrerlo en barco o darse al submarinismo.



La fiesta del color en la piscina del The Saguaro Palm Springs Hotel

The Saguaro Palm Springs Hotel (EE.UU): el pantone al completo decora la fachada del The Saguaro, un refugio psicodélico en este oasis llamado Palm Springs, en California, meca de ricos y famosos que desconectan de Los Ángeles. En él podrás refrescarte en su sesentera piscina mientras ves en el horizonte el pico de San Jacinto totalmente cubierto de nieve. Para los foodies, es obligatorio pasar por su restaurante, con una carta inspirada en el desierto.



Paisaje suizo y aguas templadas en la piscina exterior del Hotel The Cambrian Adelboden

Hotel The Cambrian Adelboden (Adelboden, Suiza): las imponentes montañas que pueblan los paisajes suizos inundan de belleza la aldea de Adelboden donde se encuentra el Hotel The Cambrian Adelboden. Aquí, además de relajar los pulmones, es casi obligatorio dejar la mente en blanco en un spa de 750 metros cuadrados que ha sido premiado en varias ocasiones no solo por su la incontestable vista de su piscina exterior aclimatada, sino también por sus tratamientos basados en las fases lunares y sus productos alpinos de belleza.



La piscina mirador del resort balinés de Bvlgari

Bvlgari Hotels & Resorts (Bali): si no tienes suficiente con la espectacular piscina de esta sucursal balinesa del Bvlgari Hotels & Resorts, una infinity pool abonada a la curva y con vistas panorámicas, siemprpuedes dejarte caer por su spa, premio Condé Nast Traveler como Mejor Spa Mundo, para completar la experiencia. Nosotros te recomendamos que te quedes con los dos.



Río de Janeiro a los pies del Hotel Fasano

Hotel Fasano (Río de Janeiro, Brasil): frente a Ipanema, con vistas a Río y la brisa Atlántica refrescando tu piel, un baño en la piscina de la azotea del Hotel Fasano se convierte en todo un capricho, un exceso sólo posible en esta ciudad de playas infinitas. El Fasano se muestra bajo el prisma de Philippe Starck, con un aire retro de guiños contemporáneos y una gastronomía enamorada del marisco en el Fasano al Mare.



El Aragón más salvaje desde el Hotel Consolación

Hotel Consolacion (Aragón, España): este hotel inclasificable, de lujo, rural y perdido en un paraíso aragonés, tiene vocación gourmet, arquitectura de vanguardia y una piscina balcón que te sumerge en la naturaleza. Un lugar perfecto para perderse y olvidarse del mundo. Ya le dimos en 2011 el Premio Condé Nast Traveler al Mejor Hotel Fuera de la Ciudad en España, y sigue sumando condecoraciones.



La piscina del Hotel The Joule Dallas, vértigo del bueno

Hotel The Joule Dallas (Dallas, Estados Unidos): en un área comercial de la ciudad de Dallas, se esconde esta terraza de diseño desde donde contemplar el ir y venir de los que practican el shopping y la vida nocturna. Bajo la batuta de Charlie Palmer, el restaurante de The Joule Dallas propone una cocina de primera división. Antes, para abrir el apetito, resulta imprescindible probar su piscina en la azotea no apta para los que sufren de vértigo, dado que sus dimensiones sobresalen más de dos metros de la estructura de un edificio neogótico de 1920.



La elegante piscina del hotel The Chedi, en Omán

The Chedi (Muscat, Omán): Omán, en la zona más suroriental de la península Arábiga, en la región costera de Muscat, una de las siete del país y capital del sultanato, se encuentra el resort The Chedi Muscat. Su situación es privilegiada, su piscina de 'Las mil y una noches' y sus habitaciones con vistas al mar Arábigo y a las montañas Al Hajar un sueño del que no despertar. Tierra roja, playas de arena blanca y palmerales verdes, así es Omán.



En Bangkok, a la piscina del Peninsula

The Peninsula (Bangkok, Tailandia): como una prolongación en miniatura del Chao Phraya, la piscina del Peninsula de Bangkok copia con su larga fisonomía el trazado del río de Reyes, a los lados, jalonando las 'orillas' las mini pagodas que cubren sus cómodas hamacas amarillas. Lujo asiático en este histórico hotel, enclavado en el centro de la ciudad, equipado con la última tecnología y con toda clase de mimos a tu alcance.



Vistas y piscina privada en el Hotel W Retreat & Spa Maldives, en Maldivas

Hotel W Retreat & Spa Maldives (Nord Ari Atoll, Maldivas): la sede de la exclusiva cadena en Maldivas se emplaza en la isla privada de Fesdu. Sus pacíficas franjas de arena blanca bañadas por el Índico amanecen frente a este alojamiento cuyo lujo se sustenta en las fabulosas piscinas privadas con vistas de las habitaciones. La noche se resuelve entre una amplia gama de restaurantes y su discoteca 15Below, muy apropiada para los amantes del vodka, con una selección de hasta 95 variedades.



La piscina abrevadero del sudafricano Gondwana Game Reserve

Gondwana Game Reserve (Sudáfrica): a cuatro horas de Ciudad del Cabo la naturaleza irrumpe con fuerza en la Reserva de Gondwana, 12.000 hectáreas con una alambrada eléctrica para evitar que los elefantes no escapen, y con una fauna curiosa que puede observarte mientras te das un chapuzón en su piscina y ellos apagan su sed en los cercanos abrevaderos



Tranquilidad rural en la piscinita del hotel portugués CasasNaAreia

CasasNaAreia (Alentejo, Portugal): un idílico paisaje en parte rural y en parte playero es lo que se ve desde la 'piscinita' del hotel CasasNaAreia, un rincón de total y buscada tranquilidad en el Alentejo. Un sitio donde despertar en una de sus completísimas cabañas, desayunar al estilo de la zona y acercarse a una de las mejores playas de Portugal. ¿Quién da más?



La piscina acuario del Hotel Mardan Palace Antalya, en Turquía

Hotel Mardan Palace Antalya (Antalya, Turquía): si la Riviera Turca tuviera que enumerar sus incontables encantos, uno de ellos sería este palacio cuya magnífica piscina cuenta con puentes que fueron creados para el estrecho del Bósforo por el mismísimo Leonardo Da Vincci. En el corazón de la piscina, se halla la zona de buceo que da cuenta de la belleza de hasta 1.500 especies de peces.


Baños salvajes en el Singita Faru Faru, en Tanzania

Singita Faru Faru (Tanzania): ¿Calor? En Tanzania, en un extremo del desierto del Serengueti es fácil librarse de él. El Singita Faru Faru es la reinvención del safari en tres lodges y nueve cottages... con infinity pool privada, una espectacular balsa de agua en la que mientras te relajas puedes recibir la visita de algún amistoso vecino.


El trópico en la piscina del Hotel Ubud Hanging Gardens, en Indonesia

Hotel Ubud Hanging Gardens (Ubud, Indonesia): unas oníricas colinas verdes, próximas al río Ayung, enmarcan las vistas desde las piscinas privadas de sus habitaciones de estilo balinés con camas de madera caoba y cojines de colores. Aunque hay una opción nada desdeñable: darse un chapuzón en la piscina de piedra de color antracita, construida en dos niveles e integrada del todo en el entorno tropical.


Arquitectura acuática en la piscina del One & Only Reethi Rah, Maldivas

One & Only Reethi Rah (Maldivas): el suave oleaje del Índico despierta a los huéspedes de las villas de este resort, un paraíso con todas las letras en las turquesa Maldivas. Como el agua del mar y la de su geométrica piscina, un rectángulo de piedra encajado en la playa.



La piscina en pleno Atlas del Kasbah Tamadot, Marruecos

Kasbah Tamadot (Marruecos): Richard Branson se hizo con esta mansión perdida en las montañas del Atlas y la transformó en un espectacular hotel boutique de esencia bereber. Sus casas y Kashbas descienden por una pequeña ladera integrándose con la grandilocuente naturaleza, donde brilla bajo el sol y la luna su piscina, engarzada en el intenso verde de la zona.


El color de Ravello desde la piscina del Hotel Caruso

Hotel Caruso (Ravello, Italia): oculto entre las colinas que rodean la Costa Amalfitana surge el Hotel Caruso. Los frescos de sus paredes y techos, al más puro estilo de la vieja Italia, solo se ven eclipsados por sus increíbles vistas y, cómo no, por un baño en su infinity pool. Intensifica la sensación de bienestar con un pequeño viaje en barco con destino a Positano o a la antigua Pompeya y con un tour gastronómico, totalmente imprescindible.


La inmensa piscina del Hotel Rostock Ritz Desert Lodge, en Namibia

Hotel Rostock Ritz Desert Lodge (Sesriem, Namibia): en el corazón del desierto de Namibia hay agua: un oasis de diseño africano en tonos ocres y blancos decoran una piscina inmensa que permite contemplar la árida llanura a una temperatura de edén. El atardecer y el amanecer son perfectos para abandonar el recinto en busca de los secretos que el desierto dorado esconde para los más aventureros.