jueves, 30 de agosto de 2012

Cabo Polonio, Uruguay

Cabo Polonio es un encantador y solitario pueblito de pescadores. Debe su atracción al entorno mágico que se genera gracias a su rusticidad y al estado primitivo en el que se encuentra su naturaleza. El tiempo parece detenido en este sitio resguardado de la civilización que conserva la paz de un lugar perdido. Sin luz eléctrica, ni agua corriente, ni gas natural, Cabo Polonio cada día atrae a más turistas que no sienten la ausencia de estos servicios porque valoran la posibilidad de desconectarse del mundo.



Lo que comenzó siendo una pequeña aldea de pescadores, fue recibiendo más y más afluencia de público que generó un gran aumento en las actividades turísticas. Este peculiar lugar en el mundo, posee una pequeña población estable y una gran población fluctuante, pero su tranquilidad apenas es interrumpida por el vuelo bajo de los teros o por el aullido de los lobos marinos.





Por su riqueza natural y por su valor ambiental, Cabo Polonio se encuentra integrado al Sistema Nacional de Áreas Protegidas, esto implica una tarea fehaciente por la preservación del entorno en su estado inicial minimizando el impacto de la estancia turística.
Tiene una naturaleza curiosa: es un peñón rocoso que se sumerge en el mar y vuelve a emerger prolongándose en sus tres islas. Este entorno es el hábitat natural de una colonia de lobos marinos.
La imponente franja dunar que recorre la costa conforma el llamado Monumento Natural Dunas de Cabo Polonio.
Las puestas de sol parecen interminables generando sensaciones difíciles de olvidar. Cabo Polonio está lejos de la civilización tal como la conocemos, pero muy cerca de la naturaleza en su máximo esplendor.



Las casitas poseen una arquitectura irregular y se alzan entre las calles de arena y pasto. Es posible alquilarlas por día o por mes, también hay hosterías frente a la playa, donde funcionan restaurantes que ofrecen platos en base a frutos del mar.
La movida nocturna tiene la gracia de ser a la luz de la luna, o de las velas y los faroles dispuestos en los pequeños boliches que aseguran encanto y diversión.



Colonia del Sacramento, Uruguay

Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1995, Colonia del Sacramento invita a viajar en el tiempo y a arribar a un pueblo lusitano. Fundada por portugueses y disputada durante años por las coronas de España y Portugal, mantiene intacta la magia de su historia.

 
Allí están sus encantadoras callejuelas de adoquines iluminadas por sus tradicionales y característicos faroles amarillentos, sobre las que se encuentran innumerables atractivos históricos y culturales para descubrir y disfrutar. La calle de los Suspiros, la Casa del Virrey, la Iglesia Matriz, la Plaza de Toros, la Puerta de la Ciudadela, son tan sólo algunas de las bellezas arquitectónicas que encierra esta espectacular ciudad.
 
 
A tan sólo 40 km de Buenos Aires, Argentina o a tan sólo 2 hs de Montevideo o a 6 Km del Aeropuerto Internacional Laguna de los Patos, Colonia mantiene una ubicación óptima, cualquiera sea el lugar de partida.
 
 

Hoteles en Colonia del Sacramento
 

Punta del Este, Uruguay

Punta del Este es reconocido internacionalmente como el principal balneario de América. Se ubica en el departamento de Maldonado, a tan sólo una hora y media de la capital del país.


Divide el mar entre el Río de la Plata y el Océano Atlántico. El balneario creció hacia el Oeste formando Punta Ballena y hacia el Este creando La Barra y José Ignacio.
La extraordinaria variedad de ofertas como la belleza natural que rodea la península hacen de Punta del Este un lugar único.

 
Entre los deportes más destacados, podemos mencionar el surf, windsurf, jet-ski, motonáutica, vela, pesca, yachting, polo, golf, tenis y rugby.
Restaurantes, pubs, discotecas, tiendas de antigüedades, galerías de arte y miles de personas día y noche llenan las calles de Punta del Este en busca de diversión.